martes, 18 de diciembre de 2007

Querido Niño Jesús

La "Ley de la Atracción" que está tan de moda a raíz del vídeo y el libro de El Secreto de Rhonda Byrne, nos dice que:

Todo lo que llega a tu vida es porque tú lo has atraído. Y lo has atraído por las imágenes que tienes en tu mente. Es lo que piensas. Todo lo que piensas lo atraes.

En general atraemos lo que es semejante. Por eso debemos concentrar nuestros pensamientos en lo que queremos, no en el que no queremos. Porque lo que sea que estemos visualizando, eso será lo que atraeremos. Si no queremos deudas, por ejemplo, no debemos pensar en las deudas, debemos pensar en tener prosperidad, porque eso es lo que queremos atraer.

Para hacer el cuento más corto, El Secreto dice que lo primero que uno tiene que hacer para tener algo es pedirlo. Así de simple. Bueno, no tan simple, porque hay que saber pedir. Tienes que escoger lo que quieres, pero debes tenerlo claro. No sirven vaguedades, generalidades. No hay que pedirlo una y otra vez, con hacerlo una basta. Luego, hay que tener fe en que lo vas a obtener. En ese momento, el universo entero cambiará para concedértelo. Finalmente, tienes que abrir tu mente y tu corazón para recibir, tienes que saber recibir.

Con esto en mente, pero para no dejarle el asunto completamente al Universo, he decidido utilizar de intermediario al Niño Jesús para pedir lo que quiero para el 2008. Así que Chamo Chuchín, anota que para este nuevo año estoy clarísima en que quiero un novio y/o resuelve cuarentón largo o cincuentón corto, canosito él, puede tener un par de kilitos de más, con sentido del humor, inteligente, por supuesto con real y ya establecido en la vida, que disfrute viajar y la buena gastronomía, viudo sería ideal, y finalmente que sea capaz de disfrutar igual con un plan exótico que viendo un juego de béisbol acurrucados en un sofá (por cierto, si fuera magallanero sería el non plus ultra). Ah, y muy importante, que estemos felices él en su casa y yo en la mía.

Lo estoy pidiendo con mucha fe. ¡Y no saben lo dispuesta que estoy a recibirlo!

viernes, 7 de diciembre de 2007

De rumbas, bonches y afines


No sé si será el almanaque, o si simplemente diez rumbas seguidas son mucho para cualquier cuerpo, pero el hecho es que necesito un break de las celebraciones pre-navideñas. Too much for me!

No se trata sólo de la ingesta etílica, que ha llegado a niveles cercanos a la autocombustión, sino de las pintas que no se pueden repetir, la obligante sesión de peluquería, la conversación larga y amena con quienes probablemente habíamos cruzado sólo un par de palabras en el resto del año, echar uno que otro pie... en fin, ¡rumbear es extenuante!

Pero qué rico poder compartir con amigos, colegas, y hasta gente que apenas empezamos a conocer cuando se está en un ambiente de relax y exceso sibarita. Y es que el venezolano es sin duda experto en fiestas; no importa lo sencillo o extravagante que sea, seguro que el bonche es bueno. Lo único que hace falta es una bebida espirituosa, uno que otro tequeño y lo demás lo pone la compañía, ese espíritu autóctono que nos conduce a armar una juerga donde estén más de dos personas reunidas.

Así que lo que me queda es sacar fuerzas de no se dónde y seguir disfrutando de estas celebraciones que nos recuerdan que compartir sigue siendo lo más importante de las navidades.

lunes, 3 de diciembre de 2007

¡Estudiantes, gracias!

Escribo en la madrugada en que mi Venezuela recuperó la esperanza. Escribo mientras agradezco a Dios la oportunidad que nos ha dado de reconciliarnos, de poder comenzar a reescribir una mejor historia para que la vivan nuestros hijos. Es una victoria de una larga batalla que nos espera por delante, pero sin duda una victoria que nos fortalece, oxigena y nos marca una nueva perspectiva de país.

Maduramos. Y lo hicimos gracias a los más jóvenes. A los estudiantes que incansablemente han llevado un mensaje de inclusión, democracia y libertad. Mis bendiciones para todos ellos. Ahora la responsabilidad es de todos. No podemos seguir dejando el peso completo de una nación en los hombros de quienes apenas comienzan su transitar adulto. Ahora, más que nunca, cada venezolano amante de la libertad debe poner su granito de arena por lograr la inclusión de todos en nuestra sociedad bajo un marco legal, institucional y sobre todo, democrático.

A los que se quedaron en su casa en esta jornada, reflexionen. ¿Tienen idea de lo que estaba en juego aquí? ¿No entienden que sólo construyendo una mayoría con voz, cohesionada y beligerante es que podemos avanzar en la recuperación del país, de nuestros espacios, del futuro de nuestros hijos?

A los que manifestaron su voluntad, en especial aquellos que apoyan al presidente pero disienten de esta propuesta, así es que se construye la Patria.

Hoy el Bravo Pueblo despertó. Ahora nos queda un largo camino que andar. Gracias, estudiantes, por habernos inspirado y recordado lo fundamental que es la Libertad.

domingo, 25 de noviembre de 2007

La Navidad llegó a la casa


Debo reconocer que en los últimos años por una u otra razón, la Navidad parece que se saltaba nuestra casa. Quiero decir, entre viajes y el ánimo caído con la situación de país y los procesos electorales, casi que se me olvidaba sacar aunque sea unos adornitos de San Nicolás y compañía, y nunca más volvimos a poner el arbolito.

Hoy, ante la insistencia de mi hija salimos al encuentro de nuestro pino perfecto. Ése que es gordito pero no muy alto, con ramas largas y frondosas. ¡Y, por su puesto, barato! En este punto no tenía muchas expectativas positivas. Una ronda previa por Las Mercedes me indicaba que los susodichos promediaban 60Bs.F (sí, de 600 mil bolos pa'rriba) y la verdad es que a esos precios parecía que íbamos a pasar una Navidad más sin arbolito.

Pero cuál fue nuestra sorpresa que en el segundo establecimiento que entramos estaba nuestro ideal. Tamaño, precio, todo. Lo avistamos desde el primer momento. Hasta estacionamos el carro justo a su lado. Era para nosotras. Lo peor es que casi no los quita otra clienta por dudar que era el perfecto y dar una ronda de reconocimiento al lote. Le agradezco enormemente que al final no los cediera.

La casa está impregnada con ese olor indiscutible del pino que nos hace soñar con latitudes más frías. La emoción de mi hija decorando el árbol no tiene precio. Y al encender los 400 bombillitos que lo adornan no pudimos evitar una exclamación de alegría infantil. Ya el Nacimiento, los Santas bailarines y los ángeles de ensueño acompañan nuestro pino. Decididamente, la Navidad este año sí llegó a casa.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Cerrando puertas, abriendo caminos


Dicen los psicólogos y afines que para poder evolucionar, para salir de esos pequeños huequitos (en algunos casos, troneras) en que parece que nos metemos a veces, uno tiene que hacer "closure". La palabrita es de lo más pegajosa y realmente no tiene una traducción exacta, pero es así como "cerrar capítulos".

El asunto es que el bendito closure funciona. Cuando dejamos asuntos pendientes por resolver, o cuando por aferrarnos a un recuerdo no construimos nuevas y mejores memorias, lo que hacemos es detener la evolución natural del ser humano. En realidad es muy simple. Todos vivimos experiencias buenas y malas, pero solemos dar más vueltas alrededor de las malas que de las buenas. ¿Masoquismo generalizado de la raza humana? No. Es que no sabemos hacer closure.

Y tendemos a "arrastrar la cobija" consciente o inconscientemente más tiempo del que necesitamos para verdaderamente sanar o por lo menos poner las cosas en perspectiva, y darles su justo peso en nuestra cuenta de angustias existenciales y demás profundidades.

Ah, pero para hacer closure -y aquí viene la parte tricky- hay que estar dispuesto a pasar la página, para lo cual tenemos que poder visualizarnos cómo seríamos si tuviéramos la oportunidad de escribir una nueva página, empezar un nuevo capítulo.

Esta madrugada logré hacer finalmente "closure" en un capítulo de mi vida. ¡Uff! Amanecí como con tres kilos menos. Livianita, pues. Revitalizada. El asunto me tomó como mes y medio, no se crean que la cosa fue soplar y hacer botellas. Pero qué increíble sensación de libertad, de control sobre mi vida.

Y en esta nota que he estado todo el día ante tal logro, no pude evitar pensar: ¿Cómo será el día en que Venezuela haga closure del funesto capítulo llamado "proceso mesmo"? Me lo imagino como aquella canción de Ilan Chester que dice, "comenzó una mañana diferente a todas las otras que he visto pasar... ayayay, qué felicidad, no importa la raza, no importa el color... ¡el amor llegó a mi ciudad!"

martes, 20 de noviembre de 2007

¡S.O.S.! Sálvenme de las encuestas

Hoy estuve en una reunión donde un expositor de una muy reconocida encuestadora venezolana nos daba su panorama general del país, proyecciones electorales y financieras incluidas. Es como la quinta reunión de este tipo que he asistido en el último mes y tengo agendadas unas cuantas más antes del 2D.

Mientras más oigo a estos llamados expertos sobre el acontecer general de nuestra revolucionada nación, más me convenzo que aquí el único que sabe pa' dónde vamos es el todo poderoso y ser supremo bolivariano "mesmo". Y es que plantearnos escenarios cuando hay tantas variables que tomar en cuenta -entre ellas que a la gente, en general, lo que no es inmediato como que no hace click-, así como el simple dinamismo de la idiosincrasia venezolana, no permite sino especular sobre los riesgos de múltiples escenarios sobre los cuales no recomendaría que hiciéramos ninguna apuesta en particular.

Lo que sí está claro es que las encuestas no ganan elecciones ni tumban gobiernos. Son sólo fotografías de un momento particular, tendencias que cada bando interpreta a su mejor conveniencia. Y ése no puede ser el argumento con el cual se basa la estrategia para mandar a votar o abstenerse. O para pensar que "ahora sí el tipo está preocupado"...

Por mi parte, asistiré a todas las presentaciones con los gurús de la sociopolítica nacional que me han invitado. Pero más por cumplir con quienes gentilmente me han extendido la invitación y por el vinito que no falta después para comentar lo bueno o malo que nos pareció la charla. Del resto, mi memoria está llena y ya no proceso más datos electorales. Hay que ir a votar porque hay que ir a votar. Y hay un riesgo más que claro que podemos perder el referendum. Y el país no se acaba al día siguiente y la lucha continúa. Porque el que todavía no se haya dado cuenta que esto es una pelea de largo plazo está pelando y no precisamente cebollas.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Cultura roja, rojita


Esta semana, los espacios del ahora llamado Parque Generalísimo Francisco de Miranda (otrora Rómulo Betancourt), conocido en la coloquialidad urbana como Parque del Este, fueron inundados de saber con la Feria Internacional del Libro.

El evento, debo reconocerlo, estuvo muy bien montado y se presta el hacerlo en unos espacios abiertos como los del parque. Ahora bien, la oferta de las editoriales y distribuidoras invitadas cada vez es más rojita, más afín al proceso, pues. Y yo no tengo nada en contra de que estén los libros y los autores más izquierdosos presentes, total, la mayoría de los escritores buenos juran ser socialistoides de alguna manera. Pero el equilibrio, ah el equilibrio... algo que ya no sabemos ni cómo es, por su puesto no estuvo presente. Sólo un veinte por ciento de la oferta, me atrevo a decir, era de temas de interés general, tú sabes, de esos que no tienen que ver con el proceso.

Pero si eso puede sonar algo patético, lo verdaderamente preocupante es la cantidad de gente que sí parecía estar fascinada con los temas y los autores vermellos. Es más, me llamó poderosamente la atención la cantidad de jóvenes que se mostraban muy interesados en saber porqué Estados Unidos no es una democracia o cuáles son las múltiples bondades de Cuba y, no podía faltar, cualquier cantidad de tópicos en torno al culto al Ché.

Bueno, yo igual compré un bojote de libros que entrarán en la cola de lectura de todos los libros que, estoy convencida, compro semanalmente motivada por una adicción heredada de mi padre y que ahora resulta que mi madre también la ha adquirido. No lo puedo evitar, lo disfruto demasiado. Debo confesar además que el tiempo invertido en comprarlos es parte importante del placer que después tendré leyéndolos.

Y mientras me dirigía al estacionamiento con mi cargamento no pude evitar sonreirme y pensar que si la feria motiva a la gente, a los jóvenes principalmente, a leer, que sea rojita es un mal menor.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Cemetery Shopping Mall


Cuando estoy de viaje suelo incursionar en los mercados populares en busca de esa artesanía especial o simplemente de alguna buena oferta, pero confieso que no soy muy dada a hacer lo mismo en esta ciudad loca que llamamos capital. Hoy, sin embargo, madrugué y con dos amigas fuimos decididas a hacer "shopping" al mercado municipal del Cementerio.

Con la pinta apropiada -mono deportivo, franela y zapatos de goma, acompañados de la minicartera cruzada- llegamos tempranito, antes de que se formara el bululú y lo primero que me llamó la atención fue las cinco cuadras totalmente tomadas por los buhoneros que debimos caminar desde donde nos dejó el taxi, ya plenamente funcionando antes de que el sol comenzara a calentar. Una extraordinaria oferta de la mercancía más variada.

Una vez dentro del mercado, me topé con el paraíso de cualquier compradora compulsiva. No sólo hay una extensa variedad de modelos, sino que en general son de buena calidad. Y los precios, ¡nada que ver con el este de la ciudad! Lo único poco conveniente es que muy pocos puestos cuentan con probadores. Del resto, hasta punto de pago electrónico tienen una gran mayoría de los establecimientos.

Disfruté enormemente la jornada, la cual resultó sumamente exitosa: dos blusas de algodón muy lindas y una de vestir negra, dramática por supuesto, más un juego espectacular de collar y zarcillos. Ah, y por aquello de que no puedo evitar la mentalidad de mamá, a mi gorda también le salió su regalito.

Después de esta experiencia, sólo puedo decir, ¡prepárate Guacaipuro, que tú sigues en la lista!

miércoles, 14 de noviembre de 2007

¿Arar en el mar?


El tema de la reforma constitucional es altamente preocupante. No sólo por las implicaciones a nuestra vida futura en caso de aprobarse, sino porque a estas alturas del campeonato los partidarios del "Sí" tienen montada tremenda infraestructura y campaña -a costa de los dineros públicos, no duda-, y el "No" pareciera que depende sólo de los estudiantes y los radicales talibanes de la oposición.

¿Dónde está el resto del país? Y no me refiero a pronuciamientos. El empresariado, las universidades, la Iglesia han sido muy contundentes en sus mensajes. Me refiero al ciudadano común, a Juan Bimba, pues. ¿Es que la gente todavía no entiende lo que nos estamos jugando? Aquí estamos todavía pensando si votamos o no. ¡Señores! Eso ni se discute. Hay que votar. No importa en que no creamos en el CNE y que nos huela a fraude el asunto. El voto es la única arma que tenemos. El voto los pone nerviosos. El voto los hace cometer errores. El voto es lo que les recuerda que hay una parte importante de país y de pueblo que no "se la cala".

Con el referendo no vamos a salir de Chávez, pero lo vamos a incomodar. Lo que hay que asegurar, además de la participación en las urnas, es la presencia de testigos en las mesas. Es la cuota de sacrificio que cada uno de nosotros debe poner. Postúlate como testigo por el "No" y defiende el voto. Y motiva a votar a todo el que conozcas: tu familia, tus amigos, tus colegas, hasta el mensajero y el taxista. A todos. ¡Empieza ya!

sábado, 20 de octubre de 2007

¡Un litro de leche, por favor!

Para envidia del que lea esto en medio de lo que las futuras generaciones conocerán como el período del "no hay", hace unos días conseguimos cuatro litros de leche descremada en Río Chico, estado Miranda. Sí, créanlo o no, en Río Chico, de todos los lugares del país. Gracias al perseverante e irresistible charm de mi amiga Iris y mi hermana, obtuvimos el preciado líquido lácteo.

Y es que ése el país que ahora tenemos. El de la búsqueda permanente de la leche, los huevos, el pollo, la carne... Y el barril de petróleo a más de 70 dólares. El país donde la gente se adapta a cada crisis con una asombrosa facilidad -y hasta generamos los más divertidos chistes al respecto. El país condenado a hundirse cada vez más en su propia apatía. En su dejar que alguien más resuelva. En el que muy pocos entienden lo que viene y menos hacen algo por evitarlo.

Para nuestros hijos es normal que el país esté dividido entre un bando y otro, que haya controles, que leamos y veamos en los noticiarios cómo el realismo mágico se apodera de la historia de este país y construye una novela cuyo final no podemos predecir, pero que sabemos que nadie está tratando lo suficientemente para ir cambiando el argumento a medida que se desarrolla esta trama funesta.

En fin, un país en el que la gente celebra cuando consigue leche. Y si es descremada... ¡es motivo de fiesta!

jueves, 11 de octubre de 2007

Mejor me cambio de carril







Compartir ideas y emociones personales con cualquiera que tenga el tiempo -y la curiosidad- de navegar por este divertido mundo de los blogs es algo que no creía que me iba a llamar nunca la atención hacer. No porque no me parezca que toda esta tecnología sea una extraordinaria manera de entrar en contacto con una dimensión desconocida de la psique humana, sino porque pareciera que hay que dedicarle tiempo al asunto, y eso era algo que hasta hace poco no sabía que tenía.

Y es que como buena chica capitalina, profesional, madre, gerente de mi casa y todo lo demás que se asocia a la mujer de este milenio, el tiempo para expresar las emociones, las ideas, y por qué no, las dudas e incertidumbres que nos acosan, se limita a media hora de conversa con los panas a la semana y quizá algo más con la pareja del momento, pero sin llegar a grandes profundidades filosóficas, porque al final del día ellos también quieren aprovechar su media horita para echar sus propios cuentos.

Por eso he decido hacer una pausa en mi vida. Sí, una pausa personal y profesional. En realidad es como un respirito. Como sentarme a evaluar dónde estoy, en qué carro voy y si no valdría la pena cambiarme, por lo menos, de carretera. No es que estoy buscando una transformación cuántica de lo que soy y lo que he hecho hasta ahora en mi vida, pues puedo decir con convicción que: "so far, so good". Pero llámalo reflexiones al pisar los cuarenta o búsqueda de la felicidad integral, creo que todas las mujeres tenemos que tomarnos un tiempito para nosotras de vez en cuando.

Y es así como empiezo este blog. Aparentemente es más económico y directo que una psicoterapia (aunque seguramente ésa tampoco me haría daño...). No tiene ningún eje conductual en particular. Sólo un sitio para conversar sobre la cotideanidad de la mujer profesional caraqueña, sus sueños, aspiraciones y cualquier otra cosa que se me ocurra que pueda abrir un camino en esa búsqueda del no se qué en que ando.

Bienvenido amigo lector, amiga lectora. Acompáñame en este andar. A lo mejor y juntos descubrimos cosas interesantes o por lo menos entretenidas.

WM