martes, 15 de enero de 2008

Y a ese señor, ¿qué le pasa?

El Supremo no halla qué hacer con su vida. Y eso es sumamente preocupante. Sigue con su cruzada humanitaria internacional, pero lo que hace con las manos lo destruye con los pies al recomendar al mundo que deje de calificar a las FARC como terroristas. Mientras tanto, en Venezuela las familias de los cientos de secuestrados de nuestro país le exigen que se dedique mejor a rescatar a esas víctimas y el hombre hace oídos sordos.

Hace uno de sus clásicos enroques ministeriales que recuerdan al juego de la silla (esta vez parece que se quedaron afuera Lara y Giordani, por ahora...), pero no muestra ninguna intención de cambiar el rumbo de sus fallidas políticas económicas, sociales, en materia de seguridad, salud, educación. La inflación cerró en 22,5%. Continúa y se agrava la escasez de productos de la cesta alimentaria. Se desata la epidemia de dengue. Y pare usted de contar.

Pero eso sí, concentremos todos los esfuerzos del gobierno (sí, el de todos los funcionarios electos o nombrados) y sus partidarios para asegurarnos que nadie pierda su "cambur" en las elecciones de gobernadores y alcaldes que se llevarán a cabo a finales de este año. Ah, y de ñapa, vean qué inventan para asegurar que el presi también se quede forever and ever en Miraflores. Con carita de "yo no fui" afirmó en el congreso fundacional de PSUV que: "Ya yo jugué y perdí (el referendo para la reforma constitucional), no voy a jugar más (…) Hasta ahora me voy el 2 de febrero de 2013", pero luego recordó que el pueblo tiene la potestad refrendaria para solicitar votar por la posibilidad de aprobar una enmienda para la reelección indefinida, aunque según él no sería ahora ni el año que viene.

Prepárense, pues, para otro año electoral. Cero programas para el bienestar del pueblo. Nada de mejor seguridad. Olvídense de la leche y la carne. Sólo los votos y la lucha contra El Imperio cuentan.

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