
Para los que ya están haciendo volar su imaginación sobre cuáles ejercicios podríamos recrear sobre temas sexuales, agarren pausa, nada que ver -aunque sí vimos unas películas bastante educativas sobre estimulación sexual, entre otros temas-. En realidad invertimos buena parte del tiempo en trabajar conceptos como asertividad y autoestima, que resultan son la base para que desarrollemos nuestra inteligencia emocional y sexual.
Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida, dice la teoría desarrollada por Daniel Goleman. Bueno, pues en el caso de la inteligencia sexual ocurre lo mismo. Las personas que logran desarrollarla tienen la capacidad para vivir plenamente su sexualidad y sacarle el máximo provecho.
El grupo de participantes era muy variado y cada uno tuvo una motivación particular para asistir a este taller, desde estar pasando por un proceso de ruptura o divorcio, hasta la simple curiosidad. Sin embargo, al final del día me atrevería a apostar que todos estábamos allí por la misma razón: desarrollar herramientas para ser más felices. Y creo que nos llevamos un par de buenos tips para seguir labrando ese camino.
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