domingo, 3 de agosto de 2008

The right time

Dicen que el tiempo de Dios es perfecto y últimamente estoy convencida de que es realmente así. Y es que cada vez más frecuentemente confirmo que las cosas pasan cuando tienen que pasar. Ni antes, ni después. El truco, me he dado cuenta, está en entender precisamente que en realidad vivimos en el único momento, que es el presente.

Como dice Eckart Tolle, autor de "El poder del ahora", el ser humano tiene una obsesión de vivir atrapado entre la memoria del pasado y la anticipación del futuro, lo cual crea una negativa a reconocer y honrar el presente y a permitir que éste "sea". Una vez que uno se desliga de esa permanente lucha entre el pasado y el futuro, uno comienza a disfrutar el presente, el ahora.

Así que estoy disfrutando mi ahora, que viene lleno de experiencias y sensaciones nuevas, que soy capaz de vivir sin contextualizarlo en mi pasado ni proyectarlo en un futuro que no existe. Todos los días son hoy. Hoy es el día más importante de mi vida. Hoy voy a vivir a plenitud. Hoy voy a disfrutar ser feliz. Porque hoy es el momento perfecto.

1 comentario:

Juan Antonio dijo...

Muy buena reflexión, Chica capitalina.

Hay que vivir el "Aquí y el Ahora", y dejarse de vivir alocadamente con todo lo que llega a nuestra "loca mente" .


Como decía Sta. Teresa: "Cuando oración, oración; cuando calceta, calceta".

Saludos